El próspero mercado de la vigilancia
Por Frank Mazoyer*
Existen técnicas de videovigilancia a partir de las cuales resulta difícil establecer un límite entre los intereses públicos, el abuso de poder y la invasión de la intimidad. Las cámaras en los metros y el acceso protegido a condominios se instalan en nombre de la prevención y la seguridad, pero se convertirían con demasiada facilidad en instrumentos de discriminación y exclusión. También en nombre de la "protección" los padres pueden seguir a sus hijos sin que ellos lo sepan y en honor de la publicidad los teléfonos portátiles se pueden usar para llegar al peatón con las más variadas promociones.
POST TYPE: post
Los teléfonos portátiles, computadoras, tarjetas bancarias y muchos otros objetos de uso cotidiano nos van a espiar constantemente. Registran nuestros desplazamientos, nuestros trámites, nuestras conductas, nuestro consumo, en suma, nuestra intimidad. Poco a poco nuestra vida privada va quedando a la merced de una nueva generación de mirones. Y esto...
Si querés seguir leyendo
O
Si ya sos suscriptor,
entrá aquí
Más notas de la edición Edición AGOSTO 2001
Destacadas del archivo




