Un baño de sangre permanente
Por Roland Pierre Paringaux*
Aun antes del atentado suicida contra el parlamento indio -atribuido a "grupos terroristas"- que provocó doce muertos el 13 de diciembre en Nueva Delhi, la crisis afgana había atraído la atención sobre este otro confllicto regional, un tanto olvidado, que enfrenta a India y Pakistán a través de combatientes musulmanes: el de Cachemira. "Terroristas" para Nueva Delhi, éstos son "combatientes de la libertad" para Islamabad. La India se presenta como víctima de una cruzada donde se aliarían el gobierno paquistaní, sus fuerzas armadas, y algunos movimientos islamistas cercanos a los talibanes y a Al Qaeda. Esta estrategia obliga al gobierno indio a mantenerse en pie de guerra y devasta la región.
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Srinagar, capital del Estado de Jammu y Cachemira, en el norte de India, es una ciudad en estado de sitio, donde el ejército y las fuerzas de seguridad indias son omnipresentes1. Eso se advierte nada más llegar al aeropuerto, donde rigen numerosas medidas de seguridad. En la ciudad y sus...
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