Argentina, un país insalubre
Por Marta Vassallo*
El impacto de la pobreza creciente y la crisis del sistema de salud constituyen una de las dimensiones más alarmantes de la crítica situación que padece el país. El decreto gubernamental de emergencia sanitaria, vigente hasta diciembre de este año, aspira apenas a evitar el agravamiento de la situación sanitaria y el estallido de brotes epidémicos de enfermedades emergentes. Al mismo tiempo, la defensa de la salud pública por parte de personal médico y ciudadanos es uno de los indicadores más significativos de una renovada conciencia civil. Habida cuenta de las condiciones en que se gestan, nacen y se crían hoy un alto porcentaje de niños, el futuro inmediato del país se ve seriamente comprometido.
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«Es el momento ideal para cualquier epidemia», dice el doctor Alfredo Seijo, jefe del departamento de Zoonosis del Hospital Muñiz, en la ciudad de Buenos Aires. Se refiere a la crítica situación creada por la depresión económica, con su secuela de presupuestos insuficientes, dificultad para conseguir insumos, la virtual paralización...
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