¿Hay que tenerle miedo al populismo?
Por Alexandre Dorna*
Demasiado a menudo confundido con dictaduras, nacionalismos agresivos o con el fascismo, el populismo es, en la concepción del autor, síntoma de una situación de crisis institucional y representativa, que puede darse dentro de sistemas y corrientes políticas muy diversas y que suele tener un carácter transitorio. El auge de los populismos hoy se explicaría por los bruscos cambios acarreados por la mundialización liberal y la consiguiente perturbación en las subjetividades, que tornan a presentarlo como alternativa.
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Es curioso: el populismo es generalmente tratado en forma estereotipada, como un absurdo o una suerte de «noticia» pintoresca. Sirve para analizar hoy, desordenadamente, aquí y allá, la victoria de Luiz Inácio Lula da Silva en Brasil y la política de Hugo Chávez en Venezuela; ayer, el ascenso de Bernard...
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