Elogio de las revoluciones
Por Serge Halimi*
Espectro tantas veces conjurado, perspectiva amurallada por sus propios desvíos, la revolución parecía descansar en el cementerio de la Historia. Sin embargo, a pesar de los exorcismos, la inmensa esperanza de que un día todo podría cambiar emana de la conciencia colectiva y nace del encadenamiento de los acontecimientos. De hecho, ese hilo rojo que recorre los siglos y los continentes nunca se ha roto. Movimiento obrero, emancipación de las mujeres y de todos los oprimidos, liberación nacional: ¿un nuevo capítulo estará esperando ser escrito en este preciso instante? Las iras suscitadas por la crisis económica preocupan a los analistas conservadores. Conscientes de que su modelo ideológico se cae a pedazos, analizan, agazapados, los signos de la emergencia: obreros franceses, desempleados chinos, manifestantes letones... ¿Un nuevo mundo? En todo caso, la loca carrera del capitalismo acaba de agrietar al antiguo.
POST TYPE: post
Doscientos veinte años después de 1789, el cadáver de la Revolución aún se mueve. Sin embargo, François Mitterrand, durante las ceremonias del Bicentenario, invitó a Margaret Thatcher y a Joseph Mobutu a presenciar su entierro. Como el año de la conmemoración fue también el de la caída del Muro de...
Si querés seguir leyendo
O
Si ya sos suscriptor,
entrá aquí
Más notas de la edición Edición MAYO 2009
Destacadas del archivo




