Una teocracia disfuncional
Por Farhan Jahanpour*
En las elecciones de 2005, el ayatollah Ali Jamenei presentó a un candidato presidencial poco conocido hasta ese momento: Mahmud Ahmadinejad. El principal objetivo era impedir el acceso al poder de grupos reformistas que buscaban en alguna medida democratizar el sistema iraní. Irónicamente, seis años después, los intentos por debilitar el poder de las autoridades religiosas y sus veleidades de independencia política han llevado a Ahmadinejad a un áspero enfrentamiento con su antiguo mentor, conflicto que, incluso, haría peligrar su mandato. El último episodio de este conflicto ha sido la detención, el pasado 23 de junio, de Mohamed Sharif Malekzadeh, político muy cercano al presidente.
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A comienzos de abril pasado, el presidente Mahmud Ahmadinejad destituyó al ministro de Informaciones Heydar Mosleh. Pero algunos días más tarde se vio obligado a reincorporarlo, bajo la presión del ayatollah Ali Jamenei, el Guía de la Revolución. Lo que al principio sólo fue un incidente, se fue transformando en...
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