Los coleccionistas no se rinden
Por Javier Porta Fouz*
La vertiginosa expansión del mundo digital, que permite ver cine, oír música o leer libros sin los soportes físicos tradicionales que lo hacían posible, ¿significa la supresión de esos objetos? No del todo, todavía. Los coleccionistas siguen acumulando discotecas, filmotecas y bibliotecas.
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La cantidad de metros cuadrados ocupados por disquerías y videoclubes se redujo drásticamente en la última década: cualquier consumidor cultural lo sabe. Pero, a la vez, se produjo la resurrección de los vinilos, en ediciones de lujo, de importante gramaje, para coleccionistas dedicados. Y en cuanto a las películas, llegó...
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