El viaje sin fin
Por Osvaldo Gallone*
Hombre de variados oficios y aventuras y anclaje vitalista, en la tradición de un Ernest Hemingway, Haroldo Conti supo elaborar, como escritor, una de las prosas más depuradas de la literatura argentina, de la que es magnífico ejemplo Mascaró, el cazador americano, su obra maestra. La última dictadura militar no le perdonó su compromiso revolucionario: una brigada del siniestro Batallón 601 de Inteligencia del Ejército lo secuestró en mayo de 1976. Nunca apareció.

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Los datos biográficos y el itinerario vital de Haroldo Conti pueden ser transmitidos con absoluta claridad. Nació en Chacabuco, provincia de Buenos Aires, en 1925. Como el lazarillo de Tormes, tuvo mil oficios, afanes y labores: se graduó en filosofía, fue maestro primario, profesor de latín (el lema que colgaba...
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