No hay clima de pánico, pero…
Por Philippe Rekacewicz y Ieva Rucevska*
Después de su ingreso a la Unión Europea en mayo de 2004, Letonia descubrió con frenesí las alegrías del consumo... a crédito. Pero el derrumbe de su economía a principios de 2009 condujo al pequeño país báltico a solicitar un préstamo al Fondo Monetario Internacional (FMI), que le impuso sus acostumbradas recetas de ajuste. Los síntomas de la crisis son hoy dramáticos: reducción de sueldos, jubilaciones de hambre, agravamiento de la desocupación y hasta disminución del número de escuelas.

POST TYPE: post
Cualquiera sea la ruta por la que uno llegue, el paisaje es siempre el mismo: jardines de obreros flanqueados por pequeñas barracas de madera de todos los colores se disputan el espacio con campos o baldíos. Después aparecen las primeras siluetas industriales: inmensos talleres, chimeneas, hornos o cubas se confunden...
Si querés seguir leyendo
O
Si ya sos suscriptor,
entrá aquí
Más notas de la edición Edición SEPTIEMBRE 2009
Destacadas del archivo



