Una sociedad es una historia de sobrevivencia

Por Florencia Angilletta*

Intercalado entre los programas políticos de la noche y los noticieros de la tarde, una publicidad de un analgésico muestra a un hombre (profesional, padre de familia, “bicho de ciudad”, atareado y contrariado) que, tras tomar el remedio, entra a un lugar llamado “estado de bienestar” donde comienza a sentirse mejor. Las publicidades son brújulas: muestran el bajofondo de una sociedad, sus pasiones tristes y sus utopías tibias, a veces también pueden ser visionarias. Como ésta, grabada antes de la cuarentena. En una pequeña gota, chiquita y resbaladiza: la época. Como dicen esos versos del poeta Viel Temperley disponibles siempre a una nueva reversión: “Voy hacia lo que menos conocí en mi vida: voy hacia el Estado”.

El Estado. Allá lejos y hace tiempo, nacieron de las revoluciones. Son la vanguardia y la retaguardia: volver al Estado no es tanto la discusión –empantanada– de la variabilidad del Estado de pleno, semi o parcial bienestar (una suerte de “para sí”) sino más bien la dimensión estatal a secas, rotunda, al hueso (“en sí”). Todo Estado es Estado de bienestar pero, ¿para quién? Allí donde pareciera que hay un monotema –la COVID-19– cruje una agenda política: todas las vidas importan. La igualdad tiene sus formas. Y las grandes transformaciones políticas se fundan sobre la muerte. Por eso, aún ante el dolor del parte diario de fallecidos a causa de la enfermedad, en esa cuenta, ahí se está poniendo a rodar un futuro: una sociedad es una historia de sobrevivencia. Un día nos encontraremos. Obedecer es la ficción de que ante la ley la subjetividad se disuelve mientras que cumplir pareciera ser más de rebaño de formas de vida: tiene deseo. De que termine, de que cambie, de que se altere y produzca una nueva relación entre sociedad, Estado y economía. Estos meses mínimos, contenidos, y enormemente difíciles, pueden ser una promesa también. Más es más.

Este artículo integra la serie: ¿Dejará algún saldo positivo la pandemia?, parte I. Volver a nota principal.

* Becaria doctoral del CONICET. Autora de Zona de promesas. Cinco discusiones fundamentales entre el feminismo y la política, Capital Intelectual, Buenos Aires, 2021.

© Le Monde diplomatique, edición Cono Sur

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