La OMS, asociada con las multinacionales farmacéuticas
Por Jean-Loup Motchane*
La Organización Mundial de la Salud parece haber dejado atrás su movilizadora consigna original: "salud para todos". Bajo la dirección de la ex primera ministra noruega Harlem Brundtland, el organismo es cada vez más dependiente de las contribuciones voluntarias de fundaciones y empresas privadas. El derecho a reproducir versiones menos costosas de medicamentos protegidos por patentes, logrado por los países en desarrollo en mayo de 2002, no se debe tanto a la OMS como a la presión de las ONGs y al radical viraje de EE.UU. posterior al 11 de septiembre.
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«Debemos proteger los derechos de las patentes (…) para garantizar que la investigación-desarrollo nos brinde las herramientas y las nuevas tecnologías (…). Necesitamos mecanismos capaces de impedir la reexportación de medicamentos baratos hacia las economías más ricas». Esta vibrante declaración pública a favor de las patentes farmacéuticas no fue pronunciada...
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