La Historia europea contada a los europeos
Por Christian De Brie*
Tras pasar de seis a veinticinco miembros en medio siglo, la UE encuentra dificultades para expresar la comunidad de destino que la legitimaría. Los autores del preámbulo de la futura Constitución se declaran "persuadidos de que los pueblos de Europa, orgullosos de su identidad y de su historia nacional, están resueltos (...) a forjar su destino común". Pero, ¿es posible fundar una unión sin referirse a una memoria colectiva común? ¿Puede cada país conservar una visión etnocéntrica del pasado y perpetuar el culto de héroes que son los verdugos (Napoleón) o las víctimas (Juana de Arco) de los pueblos vecinos? ¿Cómo se cuenta la historia en los lugares de recordación visitados por millones?
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Para quien recorre algunos países de la Unión Europea (UE) de ciudad en ciudad1, como turista novicio, anónimo y curioso, la pregunta que se plantea es: ¿cómo se les cuenta a los europeos la historia de Europa? Son tantos los museos, palacios, castillos, iglesias, monumentos, que se impone una elección,...
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