Una ventana abierta a la esperanza
Por Qadura Fares*
Este 1 de diciembre debía firmarse finalmente en Ginebra el proyecto de acuerdo palestino-israelí. Luego de tres años de pesadilla, representa casi un sueño. Su anuncio provocó la indignación general de la derecha israelí. Algunos grupos palestinos denunciaron la renuncia de "principios". Sin embargo, el acuerdo despertó opiniones olvidadas. Prueba que la paz es posible y que existen socios para alcanzarla. En Israel, la movilización lograda para el octavo aniversario del asesinato de Itzhak Rabin y las críticas de ex generales y jefes de los servicios de inteligencia, así como del actual jefe de Estado Mayor, prueban que una dinámica está en marcha. En Palestina, Ginebra cuenta con un apoyo creciente en el seno de la Autoridad, del Fatah y del Tanzim. Aun antes de su firma oficial, el acuerdo se convirtió en un factor importante de la política de Medio Oriente: el eco que encuentra no es ajeno a los "gestos unilaterales" anunciados por el primer ministro Ariel Sharon, al encuentro previsto para fines de noviembre con su homólogo palestino Ahmed Qorei y a la negociación de una nueva tregua.
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EEl conflicto palestino-israelí lleva cien años. Causó la muerte de decenas de miles de personas de uno y otro lado, el desplazamiento de millones de palestinos y la pérdida de gigantescos recursos, que deberían haber sido utilizados de manera más constructiva. El hecho de que persista muestra la complejidad y...
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