Un pragmatismo sin voluntad
Por Paul Thibaud*
La Unión Europea está integrada hoy por veintisiete Estados. ¿Cuenta acaso por ello con un proyecto de sociedad compartido, surgido de su seno y no de la lógica del mercado? La ausencia de voluntad común que la caracteriza no logra disimular el rechazo de Francia y Holanda a un Tratado Constitucional, al que ciertas capitales se aferran aún como a una tabla de salvación. No se podrá escribir una nueva página colectiva de su historia haciendo abstracción de cada una de sus naciones.
POST TYPE: post
Europa es víctima de su decisión de no pensarse a sí misma. Para volver a afirmarse, no necesita contar con un órgano supuestamente ausente (una presidencia, por ejemplo), sino cambiar radicalmente de método, salir de la serie de plazos inscriptos en el calendario de sus instituciones, que sólo atañen al...
Si querés seguir leyendo
O
Si ya sos suscriptor,
entrá aquí
Más notas de la edición Edición ENERO 2007
Destacadas del archivo




