La alegría no lo tapa todo
Por Carlos Gutiérrez Márquez y Omar Roberto Rodríguez*
El feliz desenlace del cautiverio de Ingrid Betancourt y de otros secuestrados por las FARC desplazó a otros problemas. Por ejemplo, las graves acusaciones de corrupción que pesan sobre el gobierno y sus congresistas afines, como el senador Carlos García Orjuela, presidente del principal partido de la coalición gubernamental, arrestado el 25 de julio. Las victorias del presidente Uribe sobre la guerrilla no implican la culminación ni la superación del conflicto; subsisten la profunda desigualdad social y, aunque muy mermado, el poder de fuego de la guerrilla.
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La imagen lo dice todo. Con ojos desorbitados, lágrimas de alegría y una sonrisa de estupor en su rostro, Ingrid Betancourt se percata de su regreso a la libertad. El calendario marcaba el 2 de julio. Sus declaraciones a favor del presidente Álvaro Uribe Vélez 1, felices y espontáneas -aunque...
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