La gran ola que barre a Guadalupe

Por Fabrice Doriac*

Tras haber subestimado la amplitud del descontento popular, el gobierno de Nicolas Sarkozy tomó muy en serio la huelga general que paraliza la isla francesa de Guadalupe desde el pasado 20 de enero. Detrás de la reivindicación principal de la sociedad -una revalorización de los salarios más bajos, contra las ganancias abusivas y la explotación-, dirigida al gobierno y a la patronal, se esconde un malestar más profundo que desborda el marco de un conflicto tradicional, extendiéndose al conjunto de los departamentos de ultramar franceses.

Todo parecía tranquilo en la estratificada sociedad guadalupeña. De un lado, funcionarios y empleados de las grandes firmas. Del otro, obreros y empleados con puestos precarios en pequeñas empresas subcontratistas y de servicios, junto a simples jobeurs (trabajadores no declarados) y a quienes viven de la ayuda del Estado. Unos,...

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