Un golpe de Estado demasiado fácil
Por Renaud Lambert*
El cuestionamiento a los resultados de las elecciones presidenciales en Bolivia, que daban ganador a Evo Morales, derivaron en violentas manifestaciones que fueron aprovechadas por los sectores más reaccionarios de la oposición para tomar el poder. Ante las protestas, el gobierno de facto busca una salida electoral.
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Un presidente “invitado” a renunciar por su jefe de Estado Mayor. Fuerzas de policía que tiran con balas de plomo sobre manifestantes. Una caza de brujas que conduce al arresto de ex dirigentes políticos y empuja a otros a la clandestinidad. Medios de comunicación cerrados, periodistas encarcelados por “sedición”, parlamentarios...
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