La sofisticación totalitaria
Por Félix Tréguer*
Ante la falta de cura para el COVID-19, las autoridades públicas de muchos países terminan considerando a los potenciales portadores del virus –es decir, a todos– como una amenaza. La era del control digital de la población ha comenzado. Una bendición para la industria de la vigilancia y el complejo tecno-securitario.

POST TYPE: post
En Australia Occidental, el gobernador cuenta ahora con la autoridad para imponer brazaletes electrónicos a las personas potencialmente infectadas con coronavirus y puestas en aislamiento. En China, la temperatura corporal de los repartidores de comida aparece al mismo tiempo que su geolocalización en los smartphones de los destinatarios, a los...
Si querés seguir leyendo
O
Si ya sos suscriptor,
entrá aquí
Más notas de la edición Edición MAYO 2020
Destacadas del archivo






