El elitismo no murió con la paridad
Por Mariette Sineau*
La denominada Ley de Paridad, aprobada por la Asamblea Nacional francesa en junio de 2000, establece que ese organismo debe contar con igual número de hombres y mujeres. El incremento de la proporción de mujeres en la Asamblea mantiene intacto su carácter elitista: la mayoría de las mujeres pertenecen a un rango social medio-alto y tienen altas calificaciones académicas. Pero su vida privada es menos tradicional que la de sus colegas hombres, y tienden a estrechar la brecha entre el ámbito político y la vida cotidiana.
POST TYPE: post
Ponderar los méritos de la representación-espejo contra la representación-mandato forma parte de los argumentos que suelen esgrimir los defensores de la paridad. Sostienen que si la crisis de la política en Francia es tan aguda, es debido a la creciente distancia entre representantes y representados. Para reinstaurar el vínculo entre...
Si querés seguir leyendo
O
Si ya sos suscriptor,
entrá aquí
Más notas de la edición Edición MARZO 2002
Destacadas del archivo




