«Aún nos quedan las manos y la tierra»
Por Walter Alberto Pengue*
Argentina produce alimentos para millones de personas, pero su propia gente, pauperizada y excluida del sistema, ya no puede comprarlos. La triste paradoja que enfrenta el otrora conocido "granero del mundo" es que ya no puede alimentar a su propia población. El hambre y la desnutrición que sufre gran parte de la humanidad tienen relación directa con la forma en que se producen y distribuyen los alimentos, el acceso social a los mismos y la regresiva distribución del ingreso. Pero en todo el mundo se desarrollan formas de producción alternativa.
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El hambre no sólo está relacionada con la producción de alimentos y la expansión de la agricultura. El funcionamiento de la economía y el accionar de las instituciones políticas y sociales pueden influir directa o indirectamente en la capacidad -o incapacidad- de los individuos para adquirir alimentos y gozar de...
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