Unión Europea S.A.
Por François Ruffin*
Los pueblos tienen el sufragio. Los industriales, que se arrogan la representación de sus empleados, tienen el lobbying: grupos de presión que instruyen a los representantes electos e inspiran los proyectos del Parlamento Europeo. En base a sus reclamos, la construcción a toda máquina de una Unión Europea concebida como un perfecto "seguro de vida contra el socialismo" se llevó a cabo a espaldas de los pueblos. Y los lobbistas, que llegaron predicando la "autorregulación", ni siquiera respetan sus propias reglas éticas.

POST TYPE: post
Los diputados pasan, la placa permanece. «Es mediante los discursos, los debates y los votos que tienen que resolverse las grandes cuestiones, con determinación, paciencia y dedicación». Esta frase está grabada en una placa, al pie de un árbol, en la entrada de la Asamblea en Bruselas, «Inaugurada el 6...
Si querés seguir leyendo
O
Si ya sos suscriptor,
entrá aquí
Más notas de la edición Edición JUNIO 2010
Destacadas del archivo




