Peronismo, proscripción y exilio
Por Fabián Bosoer*
Proscripto de la vida pública argentina, Perón partió al exilio el 3 de octubre de 1955 y vivió casi 18 años lejos del país, hasta su regreso definitivo, el 20 de junio de 1973. No obstante, su protagonismo se mantuvo intacto. Desde su quinta en Madrid, a través de vínculos directos, una profusa correspondencia y la designación de delegados personales manejó los hilos del movimiento peronista –y de la política nacional–, apostando peligrosamente a posiciones enfrentadas.

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Este artículo forma parte de El Atlas del peronismo, Clave intelectual, 2019.
Disponible en librerías y online aquí.
* Politólogo, periodista e historiador.
© Le Monde diplomatique, edición Cono Sur
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