Varias chispas para una explosión
Por Christophe Ventura, enviado especial*
Con el regreso de la temporada agrícola, la ciudad calabresa de Rosarno, Italia, se prepara para recibir a los trabajadores temporarios, los mismos que habían sido expulsados de la ciudad por los violentos motines de enero pasado. En ese entonces, los medios de comunicación denunciaron unánimemente el "racismo" de la población residente. Una investigación sobre el terreno permite identificar otras explicaciones.

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La carrocería de un automóvil carbonizado abandonada junto a las rejas de la antigua Opera Sila. En las puertas de esta vieja fábrica de aceite se adivina la última huella de la «revuelta de Rosarno». El 7 de enero pasado, esta localidad agrícola calabresa de dieciséis mil habitantes se convirtió...
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