Cuantificar la voracidad digital
Por Sébastien Broca*
Las grandes tecnológicas mantienen en secreto el verdadero costo energético de sus sistemas de inteligencia artificial, mientras prometen que estas mismas herramientas resolverán la crisis climática. Detrás de la falta de transparencia se esconde una realidad incómoda: la IA consume cantidades enormes de energía y sus emisiones de carbono se multiplican sin control. Pero incluso si tuviéramos todos los datos, ¿alcanzaría con conocer las cifras para frenar esta voracidad digital?
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Una consulta a ChatGPT consumiría 2,9 Wh, es decir, el equivalente a tener un microondas prendido durante 12 segundos; y si se lo compara con la cantidad de electricidad que gasta una búsqueda en Google, representaría un consumo diez veces mayor. Los medios se encargaron de repetir esta información una...
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